No importa si es tinto o blanco, o si son dos, cuatro o diez en la mesa. Lo que realmente importa es que estas fiestas de fin de año las disfrutes con los que más quieres, celebres a tu manera y, por qué no, descorches una botella de vino a las 12 de la noche.
Al final del día, no hay celebraciones sin buenos recuerdos y queremos ser parte de ellos.